Como parte del proceso de construcción de una estructura metálica, se siguen diferentes procedimientos según su tipo, sin embargo siempre se cumplen algunos parámetros para que se construya de la manera más eficiente y segura.
Los planos son la parte clave de cualquier diseño, y sin ellos no sería posible empezar ninguna estructura sin un riesgo de accidentes alto.
Los materiales necesarios para construir siempre deben de ser los que se solicitan en la planeación, y no se deben de tomar en cuenta sustitutos, debido a que los cálculos ya están hechos con un perfil. Esto aplica tanto para estructuras metálicas como estructuras metálicas ligeras, es decir tanto con montenes como vigas de acero.
Cuando se requiere se deben de cortar las piezas con el fin de crear columnas o marcos adecuados para el perímetro en donde serán colocados.
Las piezas se sueldan en el caso de tratarse de perfiles ligeros, o se perforan con pernos industriales en el caso de las vigas de acero.
Se deben de limpiar previo a soldar o perforar para eliminar impurezas como la escoria o la salpicadura previa a los cortes o soldaduras ya realizadas. En el caso de los perfiles ligeros, basta con una mezcla de agua y jabón para limpiarlos, y en el caso del monten, se puede hacer con thiner.
La pintura se utiliza mayormente en perfiles ligeros, de estructuras metálicas y no tanto en vigas. El proceso se realiza una vez terminada la estructura.
El montaje es de las partes más importantes, pues se tiene que seguir los planos iniciales para trabajar de la manera correcta. Se comienza con las columnas de manera fija, posteriormente se colocan trabes entre las columnas con el fin de evitar accidentes e implementar 3 largueros entre cada eje. Posteriormente se consigue apretar o solidificar dichas conexiones con largueros, contraflambos y contraventeos para seguridad de toda la estructura.